Llamamos homicidio imprudente a la situación en que una persona causa la muerte de otra sin intención. Se trata de un delito regulado en el artículo 142 del Código Penal, y que sanciona conductas involuntarias pero negligentes.

Al faltar el dolo (voluntad y consciencia de cometer el delito), este tipo de conductas presentan algunos problemas de interpretación. De modo que vamos a analizar qué es la imprudencia punible, cómo se regula el homicidio imprudente y cuáles son sus consecuencias jurídicas.

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    La imprudencia punible

    Llamamos imprudencia punible a aquellas situaciones en que:

    • Una persona tenía cierto deber de cuidado. Lo que implica que el actor podía prever la consecuencia lesiva y evitarla por medio de una conducta diligente.
    • Pero, incumpliendo su deber de cuidado, lesionó un bien jurídico protegido por la ley. Lo que requiere de un vínculo causal entre el descuido y el resultado lesivo.
    • Y tal lesión, derivada de una conducta imprudente, estaba contemplada como delito en el Código Penal. Lo que deriva del principio de tipicidad.

    Recordemos que si una conducta no está tipificada como delito en el Código Penal, no podrá considerarse criminal. Por tanto, los delitos imprudentes deben estar señalados necesariamente en este texto, dado que son excepcionales.

    Decimos que son excepcionales porque no consisten en una conducta consciente o voluntaria, sino en un descuido del deber de prudencia. En este sentido, el Tribunal Supremo viene diferenciando la imprudencia leve (o “menos grave”) y grave conforme a las circunstancias concurrentes en cada caso particular:

    • Grado de la diligencia mostrada en la acción u omisión.
    • Previsibilidad del resultado.
    • Gravedad de la infracción del deber de cuidado.

    En definitiva, para que se castigue un delito imprudente es necesario:

    1. Que así lo determine el Código Penal. Además, se puede exigir que esta imprudencia sea grave.
    2. Que el actor haya incumplido un deber de cuidado. Es decir, que pudiendo haber evitado la lesión no lo haya hecho por descuido.
    3. Que de ese incumplimiento derive un daño a un bien jurídico protegido. Es decir, que exista un nexo causal entre la lesión y la imprudencia.

    Hace poco publicamos un artículo sobre la responsabilidad penal por coronavirus, donde se pueden encontrar ejemplos de delitos imprudentes.

    Regulación y consecuencias del homicidio imprudente

    El delito de homicidio imprudente se regula en el artículo 142 del Código Penal. Esta disposición considera que concurre un homicidio imprudente cuando una persona causa la muerte de otra por imprudencia grave.

    Para estos casos se prevé una pena de prisión de 1 a 4 años. Sin embargo, existen circunstancias que modificarán la reprochabilidad del delito y, por tanto, también sus consecuencias.

    Además, la forma de provocar el homicidio imprudente puede conllevar la imposición de penas accesorias. Por ejemplo:

    • Cuando el homicidio imprudente se produce al volante de un vehículo a motor o ciclomotor. En estos casos se añadirá a la pena la privación del derecho a conducir vehículos de motor y ciclomotores de uno a seis años.
    • Cuando el delito se comete empleando armas de fuego se puede imponer la rivación del derecho al porte o tenencia de armas por tiempo de 1 a 6 años.
    • De modo similar, cuando el delito se cometa por imprudencia profesional (por ejemplo, en las negligencias médicas), se puede imponer la pena de inhabilitación especial para el ejercicio de la profesión, oficio o cargo por un período de 3 a 6 años.

    El homicidio imprudente atenuado

    Como hemos explicado, habrá que atender a las circunstancias del caso concreto para determinar si la imprudencia ha sido grave o no. El tipo básico del homicidio imprudente, ya comentado, requiere la concurrencia de una imprudencia grave.

    Pero si la imprudencia se aprecia como “menos grave”, el actor no quedará libre de responsabilidad penal. En este caso la pena se reducirá a multa de 3 a 18 meses.

    Respecto a las condenas accesorias que también hemos explicado, en estos casos se podrá aplicar:

    • Privación del derecho a conducir o a tener o portar armas entre 3 y 18 meses.
    • En este caso no se reconoce la pena de inhabilitación especial.

    Cabe señalar que esta forma atenuada del delito imprudente solo puede perseguirse si lo denuncia la persona agraviada (por ejemplo, algún familiar del fallecido) o su representante legal.

    El homicidio imprudente agravado

    Por último, el artículo 142 bis del Código Penal recoge una forma agravada del homicidio imprudente. En este caso es necesario que:

    • El hecho revista notoria gravedad, atendiendo a la relevancia del riesgo creado y el deber de cuidado infringido.
    • Y se haya provocado:
      • La muerte de varias personas.
      • O la muerte de una persona y lesiones de otra u otras personas.

    En estos casos se podrá imponer la pena superior en un grado. Si el número de fallecidos fuera muy elevado, la pena podrá incrementarse hasta en dos grados.

    En definitiva, el homicidio es uno de los pocos delitos que nuestro Código Penal sanciona incluso en su forma de comisión imprudente. Además, dependiendo de las circunstancias en que se produzca la pena asociada será mayor o menor, pudiendo incluir inhabilitaciones.

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