Las estafas con criptomonedas están a la orden del día. El Bitcoin, en su momento poco conocido, ha demostrado la potencialidad de crecimiento de los criptoactivos. Lo que, unido a la situación de crisis económica, ha atraído la atención de amplios sectores de la sociedad.
Además los criptoactivos tienen una serie de riesgos. El común de la ciudadanía no conoce su funcionamiento, y aunque el valor de algunos de ellos como Bitcoin, Ethereum o Ripple haya crecido desproporcionadamente desde su lanzamiento inicial, lo cierto es que son activos sumamente volátiles. Por si fuera poco, los criptoactivos y el blockchain aparecen constantemente en los medios, en conversaciones cotidianas e incluso en el Parlamento.
Como resultado de esta vorágine de noticias, especulación y desconocimiento, las estafas con criptomonedas inundan Internet. Y a día de hoy las denuncias y querellas por este delito se apilan en los Tribunales.
Por eso consideramos de vital importancia arrojar algo de luz sobre el asunto. Explicar de forma básica cómo funcionan los criptoactivos y las empresas que trabajan con ellos. Enseñar los rasgos esenciales de una estafa con criptomonedas y contarte cómo puedes reclamar si has sido víctima.
¿Qué son los criptoactivos?
El Real Decreto-ley 7/2021 ha definido por primera vez en nuestro Ordenamiento Jurídico las criptomonedas como:
<<[…] aquella representación digital de valor no emitida ni garantizada por un banco centra o autoridad pública, no necesariamente asociada a una moneda legalmente establecida y que no posee estatuto jurídico de moneda o dinero, pero que es aceptada como medio de cambio y puede ser transferida, almacenada o negociada electrónicamente>>.
En definitiva, una moneda virtual no es dinero. Es una representación de un valor. Un token o ficha, como lo son las fichas de un casino o los tickets regalo. Sus características diferenciales son:
- Se representa digitalmente. Pero esto ya ocurre con otros activos como el propio dinero o las acciones. Y por eso es necesario añadir otro factor diferencial.
- No está respaldado por bancos centrales ni autoridades públicas. Es decir, se trata de una representación de valor privada.
De esta definición se puede derivar el carácter volátil de las criptomonedas, ya que no están centralizadas. Es más, todas ellas se basan en la tecnología de bloques distribuidos (blockchain), que a grandes rasgos es una versión sofisticada de la tecnología P2P (peer to peer), conocida a nivel social por su uso en aplicaciones de descargas de torrents como la red eMule, hoy en desuso.
Si a través de eMule se compartían archivos (como películas o música), a través del blockchain aplicado a una criptomoneda se comparte el libro de cuentas. Por tanto, es la comunidad y no una autoridad central quien la respalda. Y de ahí que el valor del criptoactivo sea equivalente a la confianza que la comunidad (susceptible a los medios y a las prometedoras o apocalípticas noticias que en ellos circulan) deposita en él. Por eso son tan volátiles.
¿Quiénes operan en el sector de las criptodivisas?
Existen múltiples operadores involucrados en este sector. Simplificando:
- En primer lugar están los mineros, que ponen la capacidad de cálculo de sus equipos a disposición de la red para conseguir encriptar y registrar de forma segura el libro de cuentas común. A cambio reciben una compensación en criptoactivos.
- A continuación están los brokers y wallets, que se encargan respectivamente de comercializar y almacenar los criptoactivos.
- Y luego están los cientos de miles de usuarios, negocios e inversores que hacen uso de la criptodivisa con fines comerciales o especulativos. Entre ellos y para el fin que nos ocupa, debemos prestar especial atención a los formadores.
¿Las criptomonedas son una estafa piramidal?
No. Como has visto no hay nada de estafa piramidal en el concepto o funcionamiento de los criptoactivos. Se trata simplemente de libros de cuentas públicos, gestionados de forma distribuida y horizontal.
Sin embargo, algunos de los operadores del sector sí han aprovechado la popularidad de estos activos y el desconocimiento de la población para hacer negocios truculentos. Bajo la promesa de rápidas ganancias han atraído la atención de inversores (principalmente pequeños o primerizos) y les han invitado a entrar a negocios fraudulentos (muchas veces de estructura piramidal), que les han llevado a perder su dinero.
¿Cómo detectar una estafa con criptomonedas?
Las estafas con criptomonedas se detectan del mismo modo que cualquier otra estafa. Simplemente hay que analizar las ofertas con cautela:
- Si suena demasiado bueno para ser cierto es que no es cierto.
- Antes de dar nuestro dinero a un broker, intermediario o plataforma deberíamos comprobar su actividad y trayectoria. No en Google, ya que se pueden comprar reseñas, artículos o páginas web, sino en instituciones públicas como la CNMV o el Registro Mercantil.
- No deberíamos entrar a invertir en un sector que desconocemos. La gran diferencia entre las criptomonedas y otro activo es su carácter digital (además de su volatilidad), así que no tiene sentido que entremos en este mercado si no nos hemos planteado antes otros mercados de valores ni nos hemos formado para entender cómo funciona el sector.
- Si nos inscribimos a un curso que promete resultados o requiere invertir en activos, probablemente estemos siendo víctimas de una estafa. Muchos estafadores fingen ofrecer formación, pero donde realmente obtienen el beneficio es cuando hacemos un depósito a través de su plataforma. A su vez, la inversión en criptoactivos es una actividad especulativa, por lo que no hay modo de garantizar resultados.
¿Cómo reaccionar a una estafa con criptomonedas?
La estafa con criptomonedas no es diferente a una estafa tradicional y, como tal, está tipificada en el Código Penal. Esto implica que si hemos sido víctimas de este delito tenemos dos opciones:
- Presentar una demanda reclamando la devolución de nuestro dinero por la vía civil. Es la opción más común, porque es más sencilla, rápida y económica. Podemos utilizarla cuando nos han engañado a la hora de invertir o, en el caso de la formación, cuando esta no satisface los objetivos que nos ofrecieron. El objetivo de la demanda es recuperar el dinero que hayamos invertido y, en su caso, una indemnización por daños y perjuicios. Generalmente se resuelve por medio de una negociación, que nos ahorrará los costes temporales y económicos de acudir a los Tribunales.
- Presentar una querella denunciando el delito de estafa. No impide la recuperación de nuestro dinero, porque la responsabilidad civil puede acumularse a la responsabilidad criminal. Sin embargo, su objetivo real es que se condene al delincuente, pudiéndosele imponer penas de prisión de hasta tres años (seis en los tipos agravados).
Elijamos la vía que elijamos, es importante que contemos con un abogado especialista en criptoactivos. Los abogados especializados en criptoactivos podrán tomar medidas adicionales, como denunciar al estafador ante las autoridades de control, cuyo papel va a ser cada vez más relevante.
Por ejemplo, el ya mencionado RD 7/2021 impone obligaciones de registro a las plataformas de criptoactivos, no siendo más que un anticipo de la regulación que la Unión Europea está impulsando por medio del Reglamento MICA. Todas estas medidas tratan de evitar la estafa con criptomonedas y aportar seguridad y transparencia al sector. Y de ahí que resulte fundamental contar con un asesor experto en criptoactivos.